Me robaron anteayer, día 19 de junio, en el buffet del hotel y ningún responsable salió a socorrernos ni a hacer, al menos, acto de presencia. Ni una llamada, ni una disculpa, ni consuelo. El director del hotel y sus adjuntos son personas con una gran falta de humanidad. Tuve que esperar ayer en el hall del hotel pacientemente hasta que pude ver al director, Sergio Incocciati, y pararle para que diera la cara. El trato recibido fue nefasto. Se cruzó de brazos, lenguaje gestual que indica cerrazón, dijo que se producían robos en todas partes y que no podía controlar quién entraba o salía de su hotel. Hay cámaras y saben quién fue, lo han visto todo. Si uno mira las reseñas anteriores tanto en Google, como en Booking y otras plataformas, ha habido muchos robos con el mismo modus operandi. Debí mirar antes las reseñas. Se llevaron mi teléfono móvil y dinero en efectivo. No piden números de habitación cuando entras al buffet, por lo que se les cuela cualquiera. La negativa de los responsables a dar la cara da la sensación de que o se han rendido ante la delincuencia o quizá sean cómplices. Al menos su actitud y la ausencia de medios para prevenir los robos desde hace años los convierte, inevitablemente, en cómplices. Que nos inviten a unas bebidas y un par de muffins no ha arreglado en absoluto el problema. Además, las habitaciones son muy viejas, llenas de quemaduras de cigarros en el suelo, sin armario donde colgar la ropa. Mucho ruido desde los pasillos por la mala insonorización de las habitaciones. Por favor, no se alojen aquí. Es peligroso y no es un buen establecimiento. Lean las reseñas siempre. Nunca me había sucedido algo así.
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